Cuando tienes un cielo...
...te amanece un tiempo, tranquilo... recostado en la tierra mojada,
en esas nubes opacas que de pies cruzados, y alas mansas,
se pinta de sombra, de rayos de sol escondidos,
timidos de verguenza, o sobrecargados de ternura.
Flotando...
Por tu pensamiento húmedo, colgado entre espejos...
rebota el reflejo.
Los fantasmas que te paralizan... se engañan entre ellos, se confunden.
Estás, dentro de un deseo, en paredes sueltas,blandas...
tus manos sueltan los lazos...
del sueño.
Quedate, En el grano de suelo
en su blanco, en la tierra.
Dormite un tiempo, paseáte dinámico... dormido...
!Enredate! bajo los párpados...
En tu silencio sentado... escuchás...
...aguita que cae en el charco
un pensamiento cortito,
o apresurado...
que cae con pasion
y no se vuelve a levantar...pero levita,
tu suspiro, la noche.
De repente tu suspiro es un instante de viento
con principio, sin fin... suspensivo
que muta en cada desliz del aire
Y asi... cambia el suspiro y con él, la noche
madrugadas, distintas...
algunas te envejecen,
otras, te devuelven a la vida.
¿Depende de vos?,
lo ignorás.
No hay margen para tu voluntad...
...o si?
Hay deseos...
¿cumplidos?
Hay alternativa,
una madrugada que te envejece
u otra que te devuelve a la vida,
al margen de tu voluntad,
pero en ella.
En el escalón final del presipicio,
a punto de escapar a tu conciencia
hay margen para tu voluntad
solo uno,
te incunve!,
te recorre ancioso, como interrogante.
...
En el peor de los casos
Sabes de manera perfecta escapar del viento,
recordás como aquietarte,
como saltar los charcos,
como mirar a un costado cuando algo te inquieta.
En verdad,
depende de vos que una madrugada te envejezca, o te devuelva a la vida
y del margen de tu voluntad, pero en ella...
Aveces...
Llegan a soplarte los nervios los aires frescos de la noche
Sabes de manera perfecta quedarte en el viento,
olvidas como aquietarte,
y en vez de ello,
por preferencia... te escandalizás.
Porque hay una alternativa,
y te pertenece
el deseo cumplido.
Cuando olvidas como resiganarte...
manipulas a tu ritmo
tu nochesita de verano
experimentás como experto
como mojarte en los charcos,
como sambullirte en la pequeña marea que no llega ni a salpicarte
pero te deja embevido
de sueños de nubes....
... opacas...
que te hunde los pies en la tierra mojada...
o en el espejo del mismo cielo sin sol...
... con lluvia...
¿como quedarse quieto?
¿como cerrar los ojos si algo te inquieta?
Mejor no quedarse tranquilo
sino... descubrir,
solo viendo a contraluz
que lo que te inquieta,
te apasiona.
Fin de Pensamiento.
